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La «Tarta de cumpleaños» del éxitazo inesperado

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Hola chic@s,

La semana pasada, mi primazo José Ángel decidió organizar una cena-fiesta para celebrar por segunda o tercera vez su 30 cumpleaños (hace bien oye, treinta añazos no se cumplen todos los días, y menos tan bien llevados como él). Por culpa de mi pata chula no pude ir a las otras celebraciones, pero esta iba a ser en casa, así que me apunté sin dudarlo.

Así que ahí me teníais dándole vueltas a la cabeza para ver que tarta podía preparar para el gran día. Además iban muchas personas que no conocía (y que no iban a decir que estaba rico si no lo estaba) y eso es una gran presión cuando una cocinera novata se mete en estos berenjenales.

El bizcocho elegido fue el Devil’s Food Cake del blog El Rincón de Bea. La pinta lo dice todo. Sólo hice una pequeña variación en la receta, ya que yo no usé almíbar para empapar los bizcochos porque habían quedado bastante húmedos y me daba miedo que perdieran consistencia.

Para continuar con la experimentación, probé a hornear dos bizcochos en moldes diferentes, para acabar con la tradición de abrir el bizcocho resultante a la mitad. Me arriesgué porque el jodía de mi horno rara vez hace correctamente su trabajo y los bizcochos casi no suben….. Y menos mal que me arriesgué, porque el olor y el aspecto, la textura, la altura similar de ambos bizcochos, ¡de categoría!… no me besaba a mi misma porque no me alcanzaba, que si no……..

Ahora vamos con la receta del bizcocho. Necesitáis:

  • 280 grs. de harina de trigo.
  • 220 grs. de azúcar moreno.
  • 185 grs. de azúcar.
  • 1 cucharadita de bicarbonato sódico.
  • 250 grs. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente (la mía estaba más fría de lo normal, pero no consiguió estropear la receta)
  • 1/4 de cucharadita de sal (gramo y medio aprox.)
  • 4 huevos L a temperatura ambiente.
  • 2 cucharaditas (10 gr) de esencia o estracto de vainilla (yo sólo puse una porque no me quedaba más…cosas que pasan)
  • 125 grs. de cobertura de chocolate sin azúcar, derretido.
  • 250 ml. de buttermilk (250 ml. de leche + 1 cucharada, unos 15 ml., de zumo de limón. Lo mezclas, lo dejas reposar unos 10 minutos, y voilà, buttermilk casero)

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Precalentamos el horno a 180ºC. Engrasamos el molde o moldes. Yo usé dos moldes de unos 26 cm (uno era ligeramente más grande que el otro, pero no se notaba).

Tamizamos la harina, la sal y el bicarbonato en un bol y reservamos. Fundimos el chocolate al baño María o en el microondas, con cuidado de no quemarlo, y reservamos. Batimos conjuntamente la mantequilla con los azúcares con la batidora de barillas (si no tenéis usad una barilla manual con brio y energía, vais a ejercitar más el brazo que en un gimnasio). Cuando está bien incorporado añadimos los huevos uno a uno, es decir, hasta que el primero no se ha incorporado bien no añadimos el siguiente, etc. Después ponemos la vainilla y damos otro meneo a la mezcla. Seguimos con el chocolate fundido y mezclamos bien. Por último incorporamos de forma alternativa la mezcla de harina y el buttermilk, es decir 1/3 de harina + 1/2 de buttermilk + 1/3 de harina + 1/2 de buttermilk + 1/3 de harina (a ojo).

Repartimos la mezcla en los moldes (yo lo hice con un repartidor de sopa, poniendo un cazo en cada molde hasta que se acabó la masa) y al horno. Bea dice que los horneó 30 minutos. Yo pinché los bizcochos a la media hora y la puntilla salía pringadísima de masa, así que los dejé unos 10 minutos más. Lo que defienda la teoría de que cada horno es un mundo, así que hay que ir controlando de vez en cuando la cocción.

Dejamos enfriar los bizcochos en su molde unos 10 minutos antes de desmoldar y dejar sobre una rejilla que acaben de enfriar completamente.

Segunda parte de la tarta: el frosting o cobertura.

El frosting que usa Bea en su blog es de chocolate, pero pensé que quizás iba a ser «demasiado», sobre todo al no estar segura de los gustos de los invitados. Así que en su lugar hice un buttercream simple (¡Dios, cómo los odio!).

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La receta original (que ya no recuerdo de dónde la saqué) llevaba 250 grs. de mantequilla en pomada, 450 grs. de azúcar glass, 1 cucharadita de estracto de vainilla y 6 cucharaditas (30 ml.) de leche entera. Yo sustituí la cucharadita de vainilla por cuatro gotas (en serio, gotas) de esencia de algodón de azúcar y puse tres cucharaditas más de leche.

Puse una plancha de bizcocho, una cantidad generosa de buttercream, lo estendí y luego coloqué el otro bizcocho encima. Cubrí también todo el exterior de la tarta con otra capa fina de buttercream y la metí en la nevera para que sellara. Pero ¿que pasó?, que no me quedaba suficiente buttercream para dar la segunda capa y decorar decentemente la tarta. ¡Horror!, ¿qué hago? Me pusé a añadir azúcar glass y leche como si no hubiera un mañana. Debí de añadir entre 300-350 grs. de azúcar glass, 8 ó 9 cucharaditas de leche y 3 gotas de esencia de algodón de azúcar.                                     Aún así no fue suficiente, y recurrí a las lascas de chocolate que compré en Lidl para cubrir la parte superior de la tarta.

El dichoso buttercream quedó un poco terroso en el paladar a pesar de usar azúcar glass y de haberla tamizado antes, por lo que he llegado a la conclusión de que los frosting son caprichosos por naturaleza, quedan bien sólo cuando les da la gana.

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A pesar de todo la tarta quedó riquísima a juzgar por los comentarios excelentes de todos los invitados, y yo más feliz que una perdiz.

Hasta la próxima, cocinillas!!

Layer Cake de Calabacín y Chips de Chocolate

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Hola cocinillas,

¿cómo vais con estos calores? Yo no sé dónde meterme, la verdad. Todos los veranos le digo lo mismo a mi madre, que me voy a comprar una casa en Helsinki para pasar allí todos los meses de calor, porque ¡esto es un sinvivir señores!. Y lo que nos queda… sólo de pensarlo me entran los siete males.

Hoy os traigo una receta que muchos considerarán sorprendente, aunque no me extraña nada pues yo fui la primera que quedó en estado de shock cuando babeando frente al blog www.elrincondebea.com. Lo primero que se me pasó por la cabeza fue: ¿pero cómo va a estar buena una tarta de calabacín con chocolate?. Para que conste en acta, yo no tengo nada en contra del calabacín, que lo como bastante. Después de darle muchas vueltas, se me presentó la ocasión perfecta. Una cena con mi familia paterna para celebrar el contrato indefinido de mi primo Juan Alonso (tal y como están las cosas eso se merece un fiestón) iba a ser el momento para «engañar y escandalizar» a la peña.  La única que conocía el ingrediente estrella de la tarta era mi madre y nadie más lo supo hasta que todo el mundo se había metido en la cuchara en la boca y se estaba relamiendo. Y para muestra, la reacción de otro primo, José Pascual, que dijo al probarla: ¡Así si que mola comer calabacín!.

La única variación de esta receta de www.elrincondebea.com además de los moldes usados (yo no tengo tres moldes de 18 cm, sólo tengo uno de 25 cm), es que puse 5 huevos L en vez de 3 huevos XL.

Para hacer la tarta necesitáis:

  • 4 ó 5 huevos L
  • 300 ml de aceite de oliva
  • 250 gr. de azúcar moreno
  • 350 gr. de harina de trigo
  • 1 cucharadita de levadura
  • 1 cucharadita de bicarbonato
  • 2 cucharaditas de canela
  • 1/2 cucharadita de jengibre en polvo
  • 1/2 cucharadita de nuez moscada
  • 250 gr. de calabacín pelado y rallado
  • 150 gr. de pepitas de chocolate (yo usé la lágrimas de chocolate de Mercadona, las mismas que uso para las cookies)

Precalentar el horno a 170º y dejar preparado el molde engrasándolo. Pelar y rallar el calabacín, reservar. En un bol tamizamos la harina, la levadura, el bicarbonato, el jengibre, la canela y la nuez moscada. En otro bol, batimos los huevos junto con el aceite y el azúcar. A esta mezcla añadimos en dos veces la mezcla de harina hasta que quede completamente incorporada. Ya sólo tenemos que añadir el calabacín rallado y las pepitas de chocolate, y al horno durante 40 ó 45 minutos (ya sabéis que hay que comprobar siempre con la puntilla, para tener la seguridad de que el bizcocho está hecho).

Una vez frío, corté el bizcocho en tres partes con la guillotina de bizcochos que compré en Ikea (no es la panacea y te tienes que buscar la mañas para usarla, pero su apaño hace), envolví cada parte en papel film y los puse en el frigorífico durante un día. Al día siguiente los saqué para montar la tarta. Usé frosting de queso para rellenar las entrecapas del bizcocho y para la cobertura. La receta del frosting la tenéis en la entrada de la carrot cake. Y la parte decorada en rojo es el mismo frosting pero teñido con tinte en gel rojo.

La decoración no está muy allá, pero lo hize deprisa y corriendo, y así pasa. Además, me daba lástima esmerarme pues ya estaba pensando que la tarta no aguantaría las 2 horas y media de viaje hasta el pueblo (aunque milagrosamente aguantó perfectamente).

Esto es todo por hoy, en breve subiré nueva receta, y espero que sea salado, porque tanto dulce no es bueno para la operación bikini.

Un besote

Carrot Cake con frosting de queso crema

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Buenos días a todos!

La semana pasada intenté preparar por primera vez leche frita, pero la cosa no salió bien porque la masa no se endureció. Como tenía que desquitarme de ese fiasco culinario (para que veáis que no siempre me luzco) decidí hacer una tarta y, ya de paso, quitarme el mono de horno que tenía. Después de mucho navegar aparecí en el blog Cooking Classy de Jaclyn con esta receta fantástica de Carrot Cake (tarta de zanahoria). La modifiqué un poquito y me puse manos a la obra. El resultado fue sorprendentemente espectacular! El aspecto quizás engaña, pero el sabor es…. ñammmmm.

Antes de pasar a la receta quería decir que esta entrada es un poco especial. Joana, una chica portuguesa que pasó rápidamente de ser una conocida a un fantástica amiga (sólo le faltó adoptarme! jajajaja) también es una gran cocinillas y me pidió que le pasara en portugués esta receta. Por eso esta receta está en los dos idiomas. Para Joana e os amigos portugueses que vão ler isto, para já peço disculpas pelos possíveis erros cometidos.

 

 

Ingredientes para el bizcocho:

  • 250 gr. de harina / 250 gr. de farinha
  • 125 gr. de azúcar /125 gr. de açúcar
  • 125 gr. de azúcar moreno / 125 gr. de açúcar de cana
  • 1 cucharadita de bicarbonato / uma colher de café de bicarbonato
  • 1 cucharadita de levadura / uma colher de café de fermento em pó
  • 1/2 cucharadita de sal / 1/2 colher de café de sal
  • 2 cucharaditas de canela / dois colheres de canela
  • 1 cucharadita de extacto de vainilla / uma colher de café de essência de baunilha
  • 90 gr. aprox. de aceite de girasol / 90 gr. aprox. de óleo
  • 3 zanahorias grandes / 3 cenouras grandes
  • 4 huevos L / 4 ovos L

Encendemos el horno para precalentarlo a 180ºC (con calor arriba y abajo). Se pelan y se rallan las zanahorias. Tamizamos la harina y la colocamos en un bol junto con el resto de ingredientes secos (los dos tipos de azúcar, el bicarbonato, la sal, la levadura y la canela). En otro bol batimos los huevos y el aceite, a lo que añadimos la zanahoria rallada. Vamos añadiendo la mezcla del bol de la harina en el bol con la zanahoria poco a poco para que sea más fácil. Una vez que está todo bien mezclado, engrasamos y enharinamos un molde de bizcocho (de esos que se desarman para que sea más fácil desmoldar el bizcocho), volcamos la masa y la dejamos unos 45 minutos en el horno (recordad que se tiene que colocar a altura media).

Para comprobar si el bozcocho está listo, metemos una puntilla hasta que salga limpia.

Ligamos o forno a 180 ºC (com calor superior e inferior). Descascamos as cenouras e ralamos-as. Tamisamos a farinha e mexemos-a num bol com os açucares, o bicarbonato, o sal, o fermento e a canela. Noutro bol batemos os ovos com o óleo e adicionamos a cenoura ralada. Adicionamos aos poucos a mistura da farinha à mistura da cenoura. Untamos e enfarinhamos a forma onde vamos fazer o bolo e colocamos a mistura resultante. Levamos ao forno durante 45 minutos ou até que a faca saia limpa quando fora introducida no bolo.

 

 

Ingredientes para el frosting de queso:

  • 240 gr. queso tipo Philadelphia /240 gr. de queijo tipo Philadelphia
  • 200 gr. de azúcar glass / 200 gr. de açúcar glacé
  • 100 gr. aprox de mantequilla (temperatura ambiente) / 100 gr. aprox. de manteiga (fora do frigorifico)

Batir el queso y la matequilla (yo lo hize con la barilla de la batidora). Una vez que estén bien unificadas vamos añadiendo poco a poco el azúcar sin dejar de batir. Una vez que se ha mezclado todo, seguir batiendo unos minutos más para que el frosting coja más cuerpo.

Batemos o queijo e a manteiga (com a varilha elétrica). Quando estiverem bem misturados, adicionamos aos poucos o açucar glacé sem deixar de bater. Uma vez todo misturado, ainda batemos mais uns minutos para que o frosting fique com mais consistência.

Montaje:

Cortamos el bizcocho a la mitad de modo a hacer dos láminas. Sobre la primera lámina o base colocamos unas cucharadas de frosting y lo untamos bien extendiéndolo por todo el bizcocho. Tapamos con la segunda lámina o tapa de bizcocho y utilizamos el resto del frosting  para cubrir tanto la parte superior como los laterales del bizcocho. Y voilà! Tarta hecha!!!

Cortamos o bolo à metade de modo a fazer duas camadas. Untamos umas colheres de frosting sobre a primeira camada ou base do bolo, cobrendo bem a superfície toda. Colocamos a segunda camada do bolo ou tampa e usamos o resto do frosting para acabar de cobrir o bolo todo. Tá feito!!!

 

 

Espero que os guste, y sobre todo que os animéis a prepararlo.

 

Un besote a todos y hasta la próxima!.